Un payaso en cancha

River estaba feliz, había conquistado su segunda Copa Libertadores y soñaba con jugar la final Intercontinental en Japón ante la poderosa Juventus de Italia. Era un Domingo 11 de Agosto de 1996, el millonario jugaba un difícil encuentro en la siempre compleja cancha de Colon de Santa Fe. Tan difícil era el estadio que se lo conocía como el "Cementerio de los Elefantes", ya que todos los clubes de los denominados grandes habían dejado en varias oportunidades puntos en el camino.

Fue un día soleado pero con frío, era un invierno que no se quería ir y que a pesar del "calor" que hacía en la cancha las bajas temperaturas se sentían. River perdía 1 a 0, con un lindo gol marcado por "Carucha" Muller, cuando Ramón le pidió a su ayudante de campo Omar Labruna:" llamalo al pibe". Era una de las máximas promesas de la cantera del club, uno de los jugadores que más prometía, era Pablo Cesar Aimar, "el payasito".
una foto mil sentidos

Las crónicas contaron que ese día el partido finalizó en derrota para el conjunto de Nuñez pero la magia comenzó,el crack de Río Cuarto (Córdoba), empezó a escribir una página llena de gloria con el manto sagrado.

5 torneos locales (Apertura 1996, 1997, 1999 y Clausura 1997-2000), uno internacional (Recopa Sudamericana 1997), 27 goles, 26 asistencias en 108 partidos dan cuenta de un ciclo glorioso para la primera etapa del "payaso" Aimar en River. Su mejor momento fue el Apertura 1999, cuando con la complicidad de Juan Pablo Angel, Javier Saviola, Eduardo Coudet, entre otros históricos nombres y de la mano de Ramón Díaz, el millo conquistó un título inolvidable por su fútbol, por sus goles y por sus lujos, y claro por su triunfo en el Monumental ante el rival de toda la vida. Ese día "Pablito" abrió el marcador con un golazo desde afuera del área por sobre encima del arquero del club de la Rivera, Oscar Cordoba.
Cracks

En el verano del 2001, y luego de turbulentos momentos por lo bien que le iba al rival de toda la vida, Aimar y River decidieron aceptar la "jugosa" oferta del Valencia de España. 24 millones de Euros fueron tentadores para la dirigencia millonaria, y luego de un amistoso veraniego ante Boca, el "payaso" se fue a tierras europeas. 34 goles en 204 partidos lo transformaron un uno de los jugadores más queridos por la afición. Sin embargo su mala relación con el entrenador Claudio Ranieri (Ariel Ortega también tuvo inconvenientes con este técnico), y algunos problemas físicos hicieron que Zaragoza fuese su próximo destino. 5 goles en 57 partidos y muchas lesiones provocaron que no encuentre su mejor forma y decidiera partir a las tierras portuguesas.  En el Benfica, comenzó su etapa con muchos entredichos y problemas judiciales ya que el club acusaba al Zaragoza de no mostrar los verdaderos estudios de Aimar en la junta médica, pero con mucho amor propio Pablo César, comenzó a recuperarse y a justificar las expectativas que tenían los "lusos" sobre él. 17 goles en 178 partidos. Mucho se había hablado de su vuelta a River en aquel 2013 pero finalmente Aimar firmó para el club malayo "Johor Footbal Club". En ese equipo nunca pudo mostrar realmente su rendimiento y termino rescindiendo su contrato.

5278 días después de aquella despedida, de aquel partido frente a Lanus en el año 2000, el Monumental se pondrá de gala, las tribunas aplaudirán de pie, los más grandes se emocionarán, los más chicos escucharan de esos "viejitos" las anecdotas del "payasito" divirtiendose en la cancha. Y los que aman al fútbol podrán disfrutar que las canchas argentinas tendrán a un abanderado del buen juego.

Bienvenido Pablo César Aimar, a tu casa y al fútbol argentino!





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